Unidad de Sarcoma

Sarcoma

La Unidad de Sarcoma del IOB Institute of Oncology trata los tumores que afectan al tejido conectivo, que incluye los huesos y las llamadas partes blandas del organismo como los músculos, los cartílagos, la grasa o los tejidos de los vasos sanguíneos y el sistema nervioso.

Es importante en todos los casos un diagnóstico precoz, tanto para obtener un mejor resultado como para que las secuelas puedan disminuirse. El diagnóstico se basa en una resonancia magnética para evaluar el tamaño, la forma y la localización del posible sarcoma y en una biopsia para obtener células que permitirán precisar el diagnóstico. El análisis de las células en el laboratorio de anatomía patológico indica el tipo de sarcoma de que se trata y, junto con el tamaño del tumor en el momento del diagnóstico, permite pronosticar si es un cáncer más o menos agresivo y decidir el tratamiento más adecuado.

En algunos pacientes, las pruebas de diagnóstico se complementan con un TAC torácico para comprobar si el cáncer se ha extendido o no a los pulmones. El circuito de diagnóstico rápido del IOB ha permitido reducir a un plazo inferior a una semana el tiempo medio entre la primera consulta de un paciente por una sospecha de sarcoma y el inicio del tratamiento.

El tratamiento del sarcoma se basa en la extirpación quirúrgica del tumor. La cirugía debe extirpar el tumor en su totalidad, así como una delgada capa de células alrededor del tumor. Dado que este tipo de cirugía puede resultar mutilante, especialmente en sarcomas de gran tamaño, es fundamental esperar a tener los resultados de todas las pruebas diagnósticas antes de realizar la cirugía. De este modo se puede establecer con gran precisión qué células es necesario extirpar y cuáles se pueden preservar.

La cirugía se combina en ocasiones con un tratamiento de radioterapia de seis a ocho semanas de duración que permite reducir el tamaño del tumor y realizar una intervención quirúrgica menos agresiva. También se administra, en aquellos pacientes de alto riesgo, un tratamiento de quimioterapia adyuvante, con intención de prevenir el desarrollo posterior de metástasis. En los casos en que el sarcoma ya se ha extendido a los pulmones en el momento del diagnóstico, se administra quimioterapia. También se administra un tratamiento de quimioterapia de cinco meses de duración en sarcomas que, pese a estar localizados, se consideran de alto riesgo para reducir el riesgo de que se extiendan a otros órganos.