En el Día Mundial de la lucha contra el cáncer de mama los expertos recuerdan la importancia de la prevención para mejorar el diagnóstico y las posibilidades de curación.
El cuidado de los supervivientes del cáncer en España es un reto y una asignatura pendiente que hemos de superar todos juntos con recursos y esfuerzo colectivo.
En el mundo se producen cada año más de 2.2 millones de casos nuevos de cáncer de mama de los que 35.000 pertenecen a España. Se trata del tumor maligno más diagnosticado en el mundo y cada año fallecen 6.600 personas en nuestro país.
El doctor Javier Román, director Médico de IOB Madrid Institute of Oncology afirma que, “en general, su pronóstico es bueno y abundan los largos supervivientes. De hecho, en España, más de medio millón de personas, mayoritariamente mujeres, tienen o han tenido cáncer de mama.” Sin embargo, también afirma que “para combatirlo y disminuir el riesgo del cáncer de mama es muy importante combatir el consumo de tabaco y de alcohol y la obesidad. Estos tres factores aumentan el riesgo de cáncer de mama, y en general podrían evitar conjuntamente hasta un tercio de todos los cánceres, incluido el de mama.”
Para luchar con eficiencia contra esta enfermedad es preciso hacerlo en varios frentes:
Por lo que refiere a la prevención, tanto la primaria que trata de evitar la aparición de la enfermedad como la secundaria que procura diagnosticarla lo más pronto posible. Se sabe que el diagnóstico precoz de la enfermedad contribuye a salvar vidas. También es importante evitar en lo posible el tratamiento hormonal sustitutivo de larga duración en la menopausia, el sedentarismo y fomentar la lactancia materna.
Asimismo, el doctor Javier Cortés, director Científico de IOB Madrid Institute of Oncology, prestigioso oncólogo médico especialista en cáncer de mama y considerado como el cuarto mayor experto del mundo en esta patología y el primero en el subtipo HER2 positivo, insiste en que se debe hacer un esfuerzo preventivo especial y selectivo mediante quimio-prevención en las personas con patologías benignas que se asocian a una mayor probabilidad de desarrollar cáncer de mama y/o cirugías reductoras de riesgo en familias con riesgo hereditario. Las campañas de detección precoz mediante mamografías periódicas deben extenderse a toda la población en función de la edad sin olvidar las medidas sencillas como la autoexploración o la visita periódica al ginecólogo.
Por otra parte, la investigación de las mejores prácticas y los mejores tratamientos en cada momento conlleva un beneficio inmediato para los pacientes y aunque es un camino largo y costoso, es la base del avance en la lucha contra la enfermedad cuando ya se ha producido.
Pero desgraciadamente, el doctor Román afirma que los avances existentes no siempre están al alcance de todos. Existen impedimentos económicos o políticos que hacen que los fármacos más eficientes no puedan ser usados para los pacientes que los precisan. Y esta realidad afecta no solo a los países en desarrollo sino también a nuestra población. El mayor conocimiento de esta realidad debería ser un impulso para proteger a nuestros pacientes.
Además, es muy importante la atención de los largos supervivientes. Hay más de medio millón de personas que tienen o han tenido cáncer de mama y han precisado tratamientos con cirugía, quimioterapia o radioterapia. Han sufrido un impacto físico, emocional y económico. También han padecido con ellos sus familiares y cuidadores y muchas secuelas de distinta índole persisten después de acabar los tratamientos y permanecen con ellos.
En este Día Mundial de la Lucha contra el cáncer de mama todos debemos reflexionar sobre nuestra contribución personal para hacer que esta enfermedad afecte a menos personas y que los mejores tratamientos curen a la mayor parte de ellos. Y también un esfuerzo sostenido para que todos los afectados no sufran el olvido cuando aún necesitan cuidados y solidaridad.