Javier Cortés es Director Científico y Javier Román es Director Médico Asistencial de IOB Institute of Oncology de Madrid

Es tanto lo que deseábamos conocer y tanto lo que nos han transmitido los doctores Cortés y Román, que tuvimos que dividir la entrevista en dos entregas. Así que emprendemos la segunda parte por donde lo dejamos.

Dr. Cortés, respecto a la seguridad de las vacunas,¿hay algún efecto secundario que puede ser relevante para los pacientes oncológicos?

La mayor parte de los efectos adversos de las vacunas son muy similares en los pacientes oncológicos o en la población general y consisten en episodios de corta duración de elevación de la temperatura, malestar, cansancio y dolor en el punto de la inyección.

Para nuestros pacientes puede ser especialmente importante ser advertidos de que en 4 de cada 1000 vacunados puede haber aumento de los ganglios linfáticos lo cual puede producir miedo a que se trate de una progresión de la enfermedad sobre todo en casos de linfoma o cáncer de mama puesto que habitualmente, la inyección en el brazo puede producir ganglios de la axila o en el cuello.

Normalmente esta inflamación de ganglios es pasajera y en unos pocos días está resuelta por lo que la confusión con progresión de la enfermedad no debe ser un problema. En pacientes con riesgo de linfedema como por ejemplo las pacientes con cirugía de mama y axila por cáncer de mama, la recomendación podría ser que la vacuna se administre en el brazo contrario al de la cirugía evitando un aumento potencial del linfedema.

Las reacciones alérgicas inmediatas son muy raras y por ello deben de permanecer en el centro de vacunación durante un corto periodo de tiempo. Los pacientes que tengan antecedentes de alergia a vacunas con RNA mensajero deben de consultar a su alergólogo antes de vacunarse. Esta situación es excepcional.

Recientemente, el Comité de Expertos del Colegio de Médicos de Madrid ha recomendado que se mantenga la vacunación incluso a las personas que han tenido historia previa de múltiples alergias que no están relacionadas con vacunas de RNA mensajero. Sin embargo debe suspenderse si ha habido reacción alérgica tras la administración de la primera dosis.

Las trombosis relacionadas con las vacunas vehiculadas con adenovirus comercializadas por Janssen y Astra Zéneca son excepcionales e imprevisibles y se dan en menos de uno de cada 100.000 vacunados y no debería ser un freno para la expansión masiva de las vacunas.

Dr. Román,  ¿Cuándo es el mejor momento para vacunar a los pacientes oncológicos?

En principio el ideal sería vacunar a los pacientes oncológicos fuera de los tratamientos activos de quimioterapia, antes de empezar el tratamiento o cuando éste ya hubiera terminado. Sin embargo, a veces esto no es posible y entonces optamos por vacunar entre los ciclos de quimioterapia. La opción menos adecuada es realizar la vacunación conjuntamente con un ciclo de tratamiento.

En nuestra experiencia concreta, y frente a la escasez de vacunas que hemos sufrido hasta el momento actual, estamos tratando de vacunar a los pacientes en quimioterapia con el intervalo más largo posible que les distancie de los ciclos de quimioterapia. De nuevo, el principio práctico es que es mejor algo que nada. Son precisamente estos pacientes los que tienen más riesgo de contraer una infección grave por COVID y hay que lograr su inmunización cuanto antes.

Dr. Cortés, ¿Los pacientes oncológicos tienen acceso a los tratamientos para el COVID con la misma intensidad que los pacientes sin patología maligna?

En un escenario ideal, a los pacientes oncológicos en tratamiento activo y con una expectativa de supervivencia razonable se les deberían realizar los mismos esfuerzos terapéuticos para superar la infección por COVID que a cualquier otro paciente sin patología maligna.

Muchas de las patologías oncológicas en el momento actual tienen largas supervivencias e incluso oportunidades de curación y por lo tanto la infección por COVID, aunque sea grave, debería manejarse como una situación coyuntural y aplicarse los tratamientos en toda su intensidad para que nuestros pacientes tengan la mejor expectativa de curación de la infección.

En este año de pandemia hemos podido ver como muchos de nuestros pacientes sufría la infección por COVID, en diferentes grados de severidad, la superaban, y podían continuar sus tratamientos oncológicos sin perder expectativas para poderse curar.

Dr. Román, ¿ cree que estamos cerca del final de la pandemia por COVID?

Sinceramente creo que aún es pronto para poder pensar en que el final de la pandemia está muy cerca.

La producción de las vacunas efectivas y sobre todo la gestión de compras en la Unión Europea no ha sido precisamente muy resolutiva sobre todo comparándonos con otros países del primer mundo, lo que sigue manteniendo una alta tasa de infección en la población española por ausencia de inmunidad adquirida.

Todavía durante muchos meses vamos a seguir conviviendo con las medidas de distanciamiento social, de protección individual y colectiva, con medidas sanitarias que intentan disminuir el impacto de la epidemia y con ritmos de vacunación que se alejan bastante de lo que sería lo ideal sobre todo en la población vulnerable como los pacientes oncológicos o los afectados por otras patologías crónicas.

En cualquier caso, la historia demuestra que este tipo de epidemias se va mitigando poco a poco y acabará por ser superada pero hay que gestionarlo de modo eficiente para minimizar su impacto sobre la población -que está siendo enorme-, tanto en vidas humanas, como en morbilidad, sufrimiento y costes económicos.

Estamos gratamente sorprendidos por cómo nuestros pacientes oncológicos han hecho verdaderos esfuerzos de autoprotección para evitar los contagios y con qué satisfacción han recibido el momento en el que están siendo vacunados en el mismo hospital de día donde reciben sus tratamientos para superar el cáncer.

¿Alguna otra reflexión en relación con el COVID y los pacientes oncológicos?

Dr. Román: 

Mi mensaje final es de optimismo.

Hemos visto a la mayor parte de nuestros pacientes superar la infección, a veces con muchos esfuerzos terapéuticos realizados por los equipos médicos multidisciplinarios. Otras veces desafortunadamente no fue así.

Tenemos grandes expertos que analizan y desarrollan constantemente los avances que se van produciendo para el control de la infección y es imprescindible que las grandes decisiones a nivel político se basen en la opinión de expertos reales que están dedicando enormes esfuerzos para entender y combatir la pandemia.

Dr. Cortés: 

A nuestros pacientes, mi recomendación es que confíen en que seremos capaces de protegerles y mantener los mejores tratamientos contra el cáncer que es nuestro objetivo fundamental.

Y también nuestro agradecimiento por su confianza y su responsabilidad demostrada de mil maneras a lo largo de esta larga pandemia colaborando en todo momento para que, entre todos, logremos los mejores resultados y superar juntos esta situación.

Poco más se puede escribir después de leer a los doctores Román y Cortés. Les estamos muy agradecidos y volveremos a tratar de contar con ellos en breve, no les quepa duda.