La Academia Europea de Dermatología y Venerología (EADV) acaba de comunicar sin embargo que más de 7,3 millones de europeos padecen cáncer de piel y que se espera un 40% de incremento de casos para 2040.

Recién celebrado el Día Mundial contra el Melanoma, el prestigioso oncólogo Javier Román, Director Médico de IOB Institute of Oncology Madrid, nos informa sobre el cáncer de piel y nos enseña a prevenirlo desde un punto de vista médico.

Los dos tipos más frecuentes de cáncer de piel constituyen el 95% de los casos y son altamente prevenibles y curables. Son el carcinoma basocelular y el espinocelular. Menos del 5% son casos de melanoma cuyo pronóstico es bastante más severo. No es extraña esta gran incidencia si tenemos en cuenta que la piel es el órgano más grande del cuerpo humano.

Posiblemente no hay cáncer más prevenible que el de piel, afirma el doctor Román, lo que significa que hay una gran asignatura pendiente en este terreno. Además, y esto tiene una gran importancia, las medidas preventivas realizadas en la infancia pueden ser cruciales para evitar la aparición de cáncer cuando esos niños sean adultos.

Sabemos que una gran parte de estos cánceres se relacionan con la exposición excesiva a los rayos ultravioleta (UV) del sol, como parte de una cultura del ocio buscando el placer de la exposición al sol o al deseo de estar bronceado usando la exposición solar, las camas bronceadoras o las lámparas solares. Con el tiempo, los rayos ultravioletas dañan el DNA de las células de la piel, producen mutaciones e inician un proceso de carcinogénesis que acaba en el cáncer de piel detectable.

Es muy peligrosa la exposición crónica al sol pero también las quemaduras agudas por excesos puntuales de insolación sobre todo en los niños y adolescentes, esto último también relacionado con la aparición de melanoma. Es importante saber que cualquier tipo de piel, incluyendo la de las personas de raza negra pueden desarrollar cáncer de piel y por tanto las medidas preventivas deben ser universales.

Por otra parte hay una gran incertidumbre sobre la eficiencia de las cremas de protección solar y determinados medicamentos como agentes protectores contra el cáncer de piel. Las cremas de protección solar retrasan la quemadura por la exposición al sol pero no se ha demostrado su capacidad para evitar el cáncer de piel y pueden dar la falsa seguridad de que es así.

A pesar de las dudas existentes las recomendaciones generales son las siguientes.

·       Usar protector solar contra la radiación UV, mínimo de factor 30. Hay que aplicar filtro solar en la piel expuesta 30 minutos antes de salir de la casa y repetirlo cada 2 horas o después de nadar o sudar.

·       No estar al sol durante periodos prolongados, especialmente en las horas del día en las que está más fuerte (entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde).

Usar camisas de manga larga, pantalones largos, sombreros para el sol y gafas de sol cuando se está al aire libre.
Dentro de las medidas preventivas que deben ser utilizadas para evitar la aparición del cáncer de piel debemos considerar las siguientes:

Prevención Primaria: evitar la aparición.

Proteger a los niños y adolescentes de la exposición a los rayos UV para reducir el riesgo de desarrollar cánceres de piel en la edad adulta.
Utilizar medidas de protección contra los rayos UV para trabajadores al aire libre.
Estricta regulación de las camas solares evitando su libre utilización y sobre todo en menores.

Prevención Secundaria: detección precoz.

Examen precoz de las lesiones cutáneas o lunares detectados mediante consulta especializada con el dermatólogo.

Otras medidas:

Mejorar la educación sanitaria de la población sobre los daños a la piel por las radiaciones ultravioletas.
Mejorar la información de la población con características de mayor riesgo (piel clara en la que salen pecas y se quema con facilidad, que no se broncea o se broncea mal, ojos azules, verdes o claros, cabello rojo o rubio), para extremar las medidas de prevención primaria y secundaria.
Mejorar la información a pacientes con patologías predisponentes al cáncer de piel (inmunosuprimidos, en tratamiento con ciertos fármacos, afectados por enfermedades genéticas).
Vigilancia del cumplimiento de la regulación legal del uso de dispositivos comerciales de luz UV.
Aplicación de la legislación de prevención de riesgos laborales.
En el futuro, un cáncer tan prevenible y tan diagnosticable de una forma poco invasiva como el de piel debería tener un control mucho mayor del que existe actualmente. Eso es posible con el esfuerzo de todos.